martes, 19 de junio de 2007

LLUVIA

La suave cadencia de la lluvia inunda el silencio de esta noche…
el sueño te ha vencido y ahora estás dormida entre mis brazos…
y yo te miro y te respiro para hacerte mía, para llevarte dentro…
de mi mente, de mi sangre…
y la lluvia nos observa, postrandose en el cristal de la ventana.

Tú eres quien conoce mis secretos,
pues los he escondido entre los poros de tu piel…

Mis miedos se han ocultado entre tus manos y tú,
con esa dulzura casi maternal, los echaste a volar…


Mis sueños han nacido de tus labios
y eres tú quien los hace realidad…

Y mientras dormías,
en tus oídos, suspirando,
sembré un deseo:

“No me dejes solo…
y tú nunca lo estarás.”

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