miércoles, 6 de junio de 2007

HISTORIA DE UN AMOR INFINITO

Por las tardes me gusta caminar. Y mirar a la gente que pasea por el parque, a los niños que juegan sin complejos. Me gusta sentir la libertad en mis pasos y cruzar mi camino con muchos desconocidos para imaginar lo que hay detrás de sus rostros.

Pero lo que más disfruto cuando camino por el parque es sentarme en la misma banca, aquella donde finalmente una tarde que parecía cualquiera… ante mis ojos explotó por vez primera la belleza de tu risa. Y una brisa, como la que esa tarde se coló entre tu cabello, me acaricia el rostro. Y entonces apareces, te sientas junto a mí y como cada tarde me saludas con un beso.

Abro mis ojos y tomo un respiro tan profundo como el vacío que dejaste en mi vida cuando tu corazón dio aquel último latido.


Por las tardes me gusta caminar, por que no encuentro manera mejor de gastarme la vida, esperando que se agote cuanto antes… para volver a estar contigo… hasta que la vida nos separe.

No hay comentarios.: